martes, 19 de julio de 2011

R - R - R - R - R - R - R

Están los que usan la misma ropa,
Los que llevan amuletos,
Los que hacen promesas,
Los que imploran al cielo,
Los que creen en supersticiones.
Pero también están...
Los que siguen corriendo,
cuando les tiemblan las piernas.
Los que siguen jugando,
aunque se les acabe el aire.
Los que siguen luchando,
cuando todo parece perdido.
Como si cada vez fuera la última vez,
están convencidos de que la vida misma
es un gran desafío. Es él desafío.
Sufren... Pero no se quejan.
Porque saben ya:
Que el dolor pasa y enseña.
Que el sudor se seca.
Que el cansancio termina.
Pero hay algo nuevo que aparece y se queda:
La inmensa satisfacción de haberlo logrado.
Por sus cuerpos, entérate...
corre la misma sangre que por el tuyo.
Lo que los hace diferente es su espíritu.
La determinación de alcanzar la meta.
Una meta a la que no se arriba superando a los demás si no que solo se arriba:
¡Superándose a uno mismo!

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